El fotógrafo y autor Shava Cueva recorrió las ocho regiones del estado de Oaxaca para documentar 87 bebidas tradicionales, conformando un ecosistema que incluye libro, un blog y hasta un canal de YouTube.
En un momento en que la gastronomía mexicana se ha consolidado como un activo cultural y económico —reconocida por la UNESCO como patrimonio inmaterial—, proyectos independientes como Bebidas de Oaxaca están demostrando que la tradición puede transformarse en un modelo de negocio sostenible y con proyección internacional.
El fotógrafo y autor Shava Cueva recorrió durante más de 15 meses las ocho regiones del estado para documentar 87 bebidas tradicionales. Lo que comenzó en 2020 como una obra autopublicada se ha convertido en un ecosistema que incluye libro, blog, canal de YouTube, tienda en línea y una comunidad de más de 110 mil seguidores.
Con la publicación de su segunda edición bajo el sello Ecoval Ediciones México y su presentación en la FIL Guadalajara, el proyecto ya forma parte de la biblioteca gastronómica de la Fundación Herdez en CDMX y San Luis Potosí.
Más allá de lo editorial, Bebidas de Oaxaca es un emprendimiento cultural con un modelo innovador: el 15% de sus ventas se destina a la Escuela Itinerante del Agua, que instala biofiltros y sistemas de captación de lluvia en comunidades oaxaqueñas. Este enfoque de sostenibilidad le ha dado un lugar no solo en librerías, sino también en restaurantes de la Guía Michelin que han incorporado recetas tradicionales a sus menús, impulsando un diálogo entre lo local y lo global.
El impacto digital también ha sido clave. Uno de sus reels, sobre el agua de bugambilia, superó los 5.7 millones de vistas, convirtiendo al proyecto en un referente de divulgación gastronómica en redes. “Así como somos lo que comemos, también somos lo que bebemos”, reflexiona Cueva, convencido de que un simple agua de maíz conecta con la historia de un pueblo tanto como un platillo tradicional.
Bebidas de Oaxaca: cuando la tradición se convierte en emprendimiento cultural con impacto global
El mercado está listo para este tipo de propuestas. En un contexto donde el consumo consciente, lo nutritivo y lo natural marcan tendencia global, las bebidas a base de granos, frutas y cacao se perfilan como alternativas con gran potencial internacional.
Para Cueva, la visión es clara: preservar y difundir el conocimiento ancestral, pero con una estructura empresarial que le permita crecer. Con un equipo reducido pero comprometido, alianzas estratégicas y una comunidad activa, Bebidas de Oaxaca no solo rescata la memoria de una región, sino que se proyecta como un caso de éxito en el cruce entre cultura, negocio e innovación social.