La casa que alberga la Fundación Herdez tiene en su último piso una significativa sorpresa para sus visitantes: su terraza con una vista única y memorable del icónico Zócalo de la Ciudad de México y las históricas construcciones que lo rodean.
Desde la calle no es posible imaginar que la terraza exista, por ello, el asombro es inevitable cuando se sube a ella ,y se contempla una vista excepcional que invita a disfrutarla mientras se toman fotografías. La Catedral Metropolitana, el Templo Mayor, el antiguo Palacio del Ayuntamiento y el edificio del Gobierno de la ciudad, así como el Portal de Mercaderes y un fragmento del Palacio Nacional, constituyen un escenario inolvidable para quien desea una selfie de excepción antes de terminar su visita.