Día del libro infantil y juvenil
Leer es una gran actividad para nuestra mente: ayuda a ejercitar la memoria, nos permite aprender palabras o ampliar el lenguaje. Y los beneficios solo se multiplican si el cerebro del que hablamos está en plena fase de formación.
Para un niño asomarse a un libro es una oportunidad para aprender con sonidos o texturas, en las edades más tempranas. El hecho de pasar páginas o jugar con lengüetas permite a nuestros bebés trabajar en su motricidad, algo vital para su buen desarrollo. Y las ventajas aumentan a medida que su cuerpo y su cerebro van adquiriendo nuevas destrezas.